5 Y dijo a los fariseos:–¿Quién de vosotros, si su hijo o su buey cae a un pozo, no lo saca en seguida aunque sea sábado?
6 Y no pudieron contestarle nada.
7 Al ver Jesús que los invitados escogían los asientos de honor en la mesa, les dio este consejo:
8 –Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que llegue otro invitado más importante que tú,
9 y el que os invitó a los dos venga a decirte: ‘Deja tu sitio a este otro.’ Entonces tendrás que ir con vergüenza a ocupar el último asiento.
10 Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó te diga: ‘Amigo, pásate a este sitio de más categoría.’ Así quedarás muy bien delante de los que están sentados contigo a la mesa.
11 Porque el que a sí mismo se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido.