11 De manera que, si con las riquezas de este mundo malo no os portáis honradamente, ¿quién os confiará las verdaderas riquezas?
12 Y si no os portáis honradamente con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece?
13 “Ningún criado puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.”
14 Los fariseos, que eran amigos del dinero, al oir estas cosas se burlaban de Jesús.
15 Él les dijo: “Vosotros pasáis por buenos delante de la gente, pero Dios conoce vuestros corazones; y lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece.
16 “La ley de Moisés y los escritos de los profetas llegan hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
17 “Más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que pierda su valor una sola letra de la ley.