27 [27] Los judíos, pues, aceptaron esto y establecieron esta costumbre para ellos y sus descendientes y para todos los que se convirtieran al judaísmo: celebrar sin falta estos días como una conmemoración, de generación en generación, en todas las ciudades, familias y regiones.
28 [28] Estos días de purim deberían ser celebrados siempre, para que jamás se perdiera su recuerdo en todas las generaciones.
29 [29] La reina Ester, hija de Aminadab, y Mardoqueo el judío, escribieron todo lo que habían hecho, para confirmar la carta que habían escrito acerca de la fiesta de Purim.
31 [31] Ellos se hicieron responsables de esta decisión y se empeñaron con su propia vida en realizar el plan.
32 [32] Ester estableció el decreto para siempre, y todo esto se puso por escrito para que quedara recuerdo.