1-2 ¡No hay duda de que ustedes son la voz del pueblo,y de que cuando mueran no habrá más sabiduría!
3 Pero también yo tengo entendimiento,y en nada soy inferior a ustedes.¿Quién no sabe todo esto?
4 Aunque soy inocente e intachable,y en otro tiempo Dios oía mis súplicas,mis amigos se ríen de mí.
5 El que está seguro desprecia al infeliz;no le importa empujar al que está a punto de caer.
6 Los bandidos tienen paz en sus hogares;los que ofenden a Dios viven tranquilos,pensando que lo tienen en un puño.
7 Pregunta a las bestias o a las aves:ellas te pueden enseñar.
8 También a la tierra y a los peces del marpuedes pedirles que te instruyan.