23 No podréis llevar la cabeza descubierta ni los pies descalzos. No os lamentaréis ni lloraréis. Quedaréis sin fuerzas por culpa de vuestras maldades, y os lamentaréis unos con otros.
24 Ezequiel será para vosotros un ejemplo, y todo lo que él hizo lo haréis vosotros. Cuando esto suceda, reconoceréis que yo soy el Señor.
25 ‘Ahora voy a quitar a los israelitas su fortaleza, que es el templo, de cuya belleza se alegran tanto, y que tanto les gusta mirar y tanto quieren. También les quitaré a sus hijos e hijas.
26 Ese día, el que pueda escapar vendrá a darte la noticia.
27 Ese día dejarás de estar mudo y podrás hablar con el que haya escapado. Servirás así de ejemplo al pueblo, y ellos reconocerán que yo soy el Señor.’ ”