21 Jesús preguntó al padre:— ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?Le contestó:— Desde niño.
22 Muchas veces ese espíritu lo arroja al fuego o al agua para matarlo. Si puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
23 Jesús le contestó:— ¡Cómo “si puedes”! Para el que tiene fe, todo es posible.
24 Entonces el padre del muchacho exclamó:— ¡Yo tengo fe, pero ayúdame a tener más!
25 Jesús, al ver que se aglomeraba la gente, increpó al espíritu impuro, diciéndole:— ¡Espíritu mudo y sordo, te ordeno que salgas de él y que no vuelvas a entrar en él jamás!
26 El espíritu, gritando y haciendo que el muchacho se retorciera con violencia, salió de él dejándolo como muerto, de manera que, en efecto, todos los presentes lo consideraban muerto.
27 Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el muchacho quedó en pie.