20 Eso sí, hice siempre cuestión de amor propio proclamar ese mensaje allí donde Cristo era aún desconocido; nunca quise edificar sobre cimiento ajeno,
21 para que se cumpla la Escritura: Los que no tenían noticia de él, podrán ver, y los que nada habían oído de él, entenderán.
22 Ha sido precisamente esta tarea la que una y otra vez me ha impedido visitarlos.
23 Pero mi labor ha terminado ya en estos lugares, y como hace ya muchos años que deseo verlos,
24 confío en que, al fin, de paso para España, se logre mi deseo. Así lo espero, como también que me encaminen hacia allá después de haber disfrutado algún tiempo de la compañía de ustedes.
25 En este momento estoy a punto de emprender viaje a Jerusalén para prestar un servicio a aquellos hermanos en la fe.
26 Y es que los de Macedonia y Acaya han tenido a bien organizar una colecta en favor de los creyentes necesitados de Jerusalén.