7 Acójanse, pues, unos a otros, como Cristo los acogió a ustedes para gloria de Dios.
8 Porque les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para mostrar que Dios es fiel al confirmar las promesas hechas a los antepasados,
9 y al hacer que las naciones glorifiquen a Dios por su misericordia, como dice la Escritura: Por eso te alabaré en medio de las naciones y cantaré himnos en tu honor.
10 Y dice también: Alégrense, naciones, juntamente con el pueblo de Dios.
11 Y de nuevo: Alaben al Señor todas las naciones, que todos los pueblos celebren su grandeza.
12 Y añade Isaías: Surgirá un descendiente de la familia de Jesé ; se alzara para gobernar a los pueblos y en él pondrán las naciones su esperanza.
13 Que el Dios de la esperanza, llene de alegría y paz la fe que ustedes tienen, para que desborden de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu.