11 Así que Jonatán y su ayudante dejaron que los filisteos los vieran. Los guardias dijeron: “¡Miren! ¡Los hebreos están saliendo de su escondite!”
12 Y les gritaban: “¡Acérquense para darles una buena lección!” Jonatán le dijo a su ayudante: «¡Sígueme, que el SEÑOR nos dejará derrotarlos!»
13 Así que Jonatán subió para combatir. A los filisteos que caían, el ayudante de Jonatán los remataba.
14 El espacio en que combatían era pequeño, pero en este primer ataque mataron a veinte soldados enemigos.
15 Todos los soldados filisteos se atemorizaron, los que estaban en el campo, en el campamento y en el fortín. Hasta los más valientes estaban asustados. ¡La tierra empezó a temblar y se llenaron aun más de pavor!
16 Desde Guibeá de Benjamín, los guardias de Saúl veían a los filisteos corriendo por todos lados.
17 Saúl le dijo a su ejército: «Pasen lista a ver quién falta». Pasaron lista y faltaban Jonatán y su ayudante.