29 Si alguien lo persigue para matarlo, protegerá su vida como algo precioso para él. Pero a sus enemigos los tirará lejos como piedra de honda.
30 Cuando el SEÑOR cumpla lo que le prometió, lo hará a usted líder de Israel.
31 Cuando eso suceda, ¿querrá usted tener el recuerdo de una masacre? ¿querrá tener fama de alguien que no espera a que Dios le resuelva los problemas? Le ruego que se acuerde de mí cuando el SEÑOR le haga líder de Israel.
32 David le respondió a Abigail: —Alabado sea el SEÑOR, Dios de Israel, por haberte enviado a mi encuentro.
33 Que Dios te bendiga por tu buen juicio. Has evitado que mate gente inocente el día de hoy.
34 Tan cierto como que el SEÑOR Dios de Israel vive, si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, ni un solo hombre de la familia de Nabal hubiera visto el día de mañana.
35 Entonces David aceptó los regalos de Abigail, y le dijo: —Vuelve en paz a tu casa. He escuchado tu petición y te la concederé.