3 Pero el ángel del SEÑOR le dijo a Elías el tisbita: «Ve y encuéntrate con los mensajeros del rey Ocozías y pregúntales: “¿Acaso no hay un Dios en Israel? ¿Por qué van a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón?”
4 Por haber hecho eso el SEÑOR te dice: “No te levantarás de la cama, vas a morir”». Y Elías se fue.
5 Cuando los mensajeros regresaron, Ocozías les preguntó: —¿Por qué regresaron tan pronto?
6 Los mensajeros le dijeron a Ocozías: —Nos encontramos con un hombre que nos dijo que volviéramos al rey que nos mandó y le comunicáramos lo que dice el SEÑOR: “Si hay un Dios en Israel, ¿por qué mandaste mensajeros a consultar el futuro a Baal Zebub, dios de Ecrón? Por haber hecho eso, no te levantarás de la cama. ¡Ciertamente morirás!”
7 Ocozías les preguntó a sus mensajeros: —¿Cómo era el hombre con el que se encontraron? Ellos le dijeron:
8 —El hombre llevaba un manto de piel y un cinturón de cuero ajustado a la cintura. Ocozías respondió: —Era Elías el tisbita.
9 Ocozías ordenó que un capitán con cincuenta soldados fuera a buscar a Elías. Lo encontraron sentado en la cima de un monte, y el capitán le dijo a Elías: —Hombre de Dios, el rey te ordena bajar.