11 Te mantuviste al margen el día en que los enemigos de Israel se llevaron su riqueza. Hiciste eso cuando los extranjeros entraron por sus puertas. Ese día ellos vinieron y rifaron a Jerusalén para saber quién se quedaba con ella. Tú, Edom, fuiste como uno de ellos.
12 No te burles de tu hermano en el día de su desgracia; no celebres cuando acaban con los de Judá en el día de su ruina; no hables con altanería el día de su angustia.
13 No vengas a la puerta de la ciudad de mi pueblo en el día de su desastre; ni a burlarte de sus males en ese día desastroso. No tomes sus riquezas en el día de su desastre.
14 No te pares en el cruce de caminos para exterminar a sus fugitivos. No entregues a los sobrevivientes del día de la angustia.
15 »Porque el día del SEÑOR se acerca a todas las naciones. Así como hiciste con otros, te será hecho a ti. Tus malas acciones recaerán sobre tu cabeza.
16 Pues así como bebiste sobre mi monte santo, de igual manera tú y todas las naciones beberán continuamente. Beberán y engullirán hasta desaparecer sin dejar rastro.
17 »Pero el monte Sion será un lugar santo donde estarán los que se salvaron. Los descendientes de Jacob recobrarán sus posesiones.