18 Oigan ustedes, los que desean tanto que llegue el día del SEÑOR, ¿acaso no saben cómo será ese día del SEÑOR? Pues será de oscuridad y no de luz.
19 Será algo así como cuando alguien huye de un león y se encuentra con un oso. O como cuando uno entra a su casa, se recuesta contra la pared y lo muerde una serpiente.
20 El día del SEÑOR será de oscuridad y no de luz. Será un día negro, sin claridad alguna.
21 «¡Odio sus fiestas! ¡Me desagradan sus reuniones religiosas!
22 Aunque me hagan sacrificios que deben quemarse completamente y ofrendas de cereales, eso no me complace. Tampoco presto atención a sus ofrendas para festejar, de terneros gordos.
23 ¡Alejen de mí el ruido de sus canciones! ¡No escucharé la música de sus arpas!
24 Mejor hagan que la justicia fluya como el agua, y que sean solidarios de continuo como una fuente inagotable.