6 Durante su reinado, Judá será salva e Israel vivirá seguro. Lo llamarán con este nombre: “El SEÑOR es nuestro triunfo”.
7 »Viene el día, dice el SEÑOR, en que el pueblo no volverá a jurar diciendo: “Por el SEÑOR que sacó a los israelitas de Egipto”.
8 En lugar de eso jurarán diciendo: “Por el SEÑOR que sacó a los israelitas del país del norte y de todos los demás países a donde los había arrojado”. Y vivirán en su propia tierra».
9 Este es un mensaje acerca de los profetas: Se me rompe el corazón dentro de mí y mis huesos se debilitan. Parezco un borracho; soy como un hombre dominado por el vino. Me siento así por causa del SEÑOR y sus santas palabras.
10 La tierra está llena de adúlteros. Por culpa de sus pecados, la tierra se ha secado. Las praderas están secas y se han convertido en un desierto. Los profetas son perversos y se apartan para hacer el mal.
11 «Los profetas y los sacerdotes han pecado en la tierra. Hasta en mi propio templo he encontrado su maldad. Lo dice el SEÑOR.
12 Por eso el camino se volverá resbaloso para ellos. Serán empujados a la oscuridad y caerán en ella. Cuando les llegue el día del castigo, traeré sobre ellos el desastre. Es la decisión del SEÑOR.