29 Entonces el ejército de Israel mandó a algunos para que se escondieran alrededor de la ciudad de Guibeá.
30 Y al tercer día los soldados de Israel subieron a pelear contra los de Benjamín, como lo habían hecho antes.
31 Una vez más, los hombres de Benjamín salieron de Guibeá para pelear contra Israel. Los israelitas dejaron que los de Benjamín los persiguieran y salieran de la ciudad. Igual que las veces anteriores, los soldados de Benjamín empezaron a matar a muchos soldados de Israel. Mataron a treinta hombres en el campo y por los caminos hacia Betel y hacia Guibeá.
32 Los hombres de Benjamín creyeron que estaban ganando igual que antes, pero no era así. Los hombres de Israel salieron huyendo para que los enemigos creyeran que estaban ganando, pero en realidad los israelitas estaban haciéndolos salir de la ciudad e ir hacia los caminos.
33 Los israelitas que estaban escondidos salieron de sus escondites y se alistaron para combatir en Baal Tamar. Los que estaban escondidos al occidente de Guibeá salieron y atacaron la ciudad.
34 Los mejores diez mil soldados de Israel atacaron la ciudad de Guibeá. La batalla fue muy dura y los hombres de Benjamín no sabían que estaban a punto de perder.
35 El SEÑOR ayudó al ejército de Israel a derrotar a los hombres de Benjamín. Ese día, el ejército de Israel mató veinticinco mil cien soldados de Benjamín.