21 »Si un hombre le quita la esposa a su hermano, comete una impureza. Ha deshonrado a su hermano y tanto ese hombre como la mujer se quedarán sin hijos.
22 »Lleven a la práctica todas mis leyes y mandamientos; cúmplanlos para que la tierra a donde los llevo a vivir no los expulse de ella.
23 No vivan conforme a las leyes de las naciones que estoy expulsando de esa tierra porque ellos cometieron todos esos pecados y por eso yo les tuve odio.
24 »Pero yo les digo que ustedes poseerán la tierra de ellos, pues yo se las daré como su propiedad. Es una tierra que rebosa de leche y miel. »Yo soy el SEÑOR su Dios. Los he tratado diferente que a las otras naciones.
25 Así que deben distinguir entre los animales puros e impuros y las aves puras e impuras. No deben contaminarse comiendo aves, animales o lo que se arrastre por el suelo, y que yo he determinado que son impuros para ustedes.
26 Ustedes deben ser santos para mí porque yo, el SEÑOR, soy santo. Los he separado a ustedes de las otras naciones para que sean míos.
27 »Será condenado a muerte todo hombre o mujer que sea espiritista o brujo. El pueblo tiene que matarlos a pedradas; ellos mismos se han buscado su propia muerte».