40 »Ellos admitirán su pecado y el de sus antepasados. Reconocerán que me fueron infieles y que se pusieron en mi contra;
41 comprenderán que fue por eso que yo me puse en contra de ellos y los llevé al país de sus enemigos. Si ellos humildemente dejan su terquedad y aceptan el castigo por su pecado,
42 entonces tendré presente mi pacto con Jacob, Isaac y Abraham. Me ocuparé de la tierra
43 que la gente dejó abandonada y que se recuperará en esos años de descanso que pasará sin sus habitantes. Ellos aceptarán el castigo por los pecados que ellos cometieron al haber rechazado mis leyes y odiado mis mandamientos,
44 pero aun después de todo esto y mientras ellos estén en las tierras de sus enemigos, yo no los rechazaré. Mi odio no llegará hasta el punto de destruirlos completamente y romper mi pacto con ellos, porque yo soy el SEÑOR su Dios.
45 Por el contrario, tendré presente para bien de ellos el pacto que hice con sus antepasados a los que saqué de Egipto para ser su Dios, pues yo soy el SEÑOR».
46 Esas son las leyes, normas e instrucciones que el SEÑOR hizo entre él y los israelitas, por medio de Moisés en el monte Sinaí.