1 Ahora, hija de guerreros, reúne a tus soldados. Estamos siendo asediados; ellos con su vara golpean en la mejilla al juez de Israel.
2 Tú, Belén Efrata, eres pequeña entre los clanes de Judá, pero de ti saldrá el jefe de Israel, quien luego vendrá a mí. Su origen es antiguo, viene de mucho tiempo atrás.
3 Por eso pondrá a esas naciones en manos de sus enemigos hasta que dé a luz la mujer que está esperando un hijo. Entonces, el resto de sus hermanos regresará al pueblo de Israel.
4 Luego, él se levantará y guiará a Israel con la fortaleza del SEÑOR y con la autoridad del nombre del SEÑOR su Dios. Vivirán en paz porque su grandeza llegará hasta los confines de la tierra.
5 Él traerá una época de paz. Así y todo, tenemos suficientes líderes para contraatacar cuando venga Asiria a nuestro país y ponga el pie en nuestro territorio.
6 Con sus espadas ellos gobernarán a Asiria, y con sus cuchillos a la tierra de Nimrod. Él nos rescatará de los asirios cuando ellos vengan a nuestra tierra e invadan nuestro país.
7 Entonces el resto de Jacob que está esparcido entre las naciones será como rocío que viene del SEÑOR; como lluvia que cae sobre la tierra, que no tiene que depender de un hombre y no tiene que poner sus esperanzas en ningún ser humano.