8 Que mis enemigos no se alegren. Aunque haya caído, me levantaré. Aunque ahora esté en medio de la oscuridad, el SEÑOR será mi luz.
9 Tengo que soportar la ira del SEÑOR porque pequé contra él. Él lanzará sus acusaciones en mi contra y hará justicia conmigo. Él me sacará a la luz y me hará justicia.
10 Mis enemigos se darán cuenta de eso y se sentirán avergonzados. Miraré a los que me dijeron: «¿Dónde está el SEÑOR tu Dios?» Entonces la gente los pisoteará como si fueran lodo en las calles.
11 Ya se acerca el día en el que reconstruirás tus murallas; ese día tus fronteras se extenderán.
12 Ese día tu pueblo vendrá a ti de todos los lugares; desde Asiria hasta Egipto, desde Egipto hasta el río Éufrates. Vendrán de todos los mares y de todas las montañas.
13 Pero el país quedará desolado por culpa de sus habitantes, como resultado de su maldad.
14 Guía a tu gente; guía a tus ovejas con tu bastón. Tus ovejas viven solas en el bosque y en el monte Carmelo. Haz que vivan en Basán y en Galaad como vivían en el pasado.