1 Pobre de ti, ciudad asesina, no eres más que una mentira. Estás llena de rapiña y nunca estás sin presa.
2 Se pueden escuchar los sonidos de látigos, de ruedas y caballos al galope con sus carros saltando tras ellos.
3 Ataca la caballería, brillan las espadas, resplandecen las lanzas. Hay montones de muertos, muchos cadáveres, innumerables. Hay tantos muertos que la gente tropieza con ellos.
4 Todo eso sucedió por culpa de esa prostituta, la bruja hermosa y seductora que con sus seducciones esclavizó naciones, y con sus conjuros, pueblos enteros.