1 Pobre de ti, ciudad asesina, no eres más que una mentira. Estás llena de rapiña y nunca estás sin presa.
2 Se pueden escuchar los sonidos de látigos, de ruedas y caballos al galope con sus carros saltando tras ellos.
3 Ataca la caballería, brillan las espadas, resplandecen las lanzas. Hay montones de muertos, muchos cadáveres, innumerables. Hay tantos muertos que la gente tropieza con ellos.
4 Todo eso sucedió por culpa de esa prostituta, la bruja hermosa y seductora que con sus seducciones esclavizó naciones, y con sus conjuros, pueblos enteros.
5 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Estoy en contra tuya; te voy a levantar las faldas hasta la cara, les mostraré a las naciones tu desnudez y a los reinos tu deshonra.
6 Echaré cosas asquerosas sobre ti, te trataré mal para que todos se burlen.
7 Desde ese momento, todo el que te vea huirá de ti, dirán: “Nínive está en ruinas”, ¿quién llorará por ella? ¿Dónde encontrar a alguien que la consuele?»