6 Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi Dios; SEÑOR, escucha mis ruegos».
7 SEÑOR, tú eres mi Dios y mi Salvador. Tú eres como un casco que protege mi cabeza cuando estoy en la batalla.
8 SEÑOR, no permitas que esos perversos se salgan con la suya. No dejes que sus planes se hagan realidad. Selah
9 Haz que les suceda a mis enemigos todo el mal que planean para los demás.
10 Haz que lluevan carbones encendidos sobre sus cabezas. Échalos al fuego; tíralos a pozos de los que nunca puedan salir.
11 Que el calumniador no se establezca en esta tierra; que la desgracia persiga al violento y lo destruya.
12 Yo sé que el SEÑOR hará justicia a los pobres y defenderá los derechos de los necesitados.