3 Alabado sea el SEÑOR; cuando le pedí ayuda, me salvó.
4 La muerte me enredó en sus cuerdas y me sentí perdido ante la temible corriente.
5 El lugar de los muertos me enredó en sus cuerdas, tendía ante mí trampas mortales.
6 En mi angustia clamé al SEÑOR y pedí ayuda a mi Dios. Desde su templo, él escuchó mis lamentos, y oyó mis gritos pidiendo auxilio.
7 Entonces la tierra tembló y se tambaleó; las bases de las montañas se estremecieron. La tierra tembló y retumbó porque Dios estaba furioso.
8 Salía humo de su nariz y llamas de su boca; lanzaba carbones encendidos.
9 Dios abrió el cielo y bajó sobre una nube negra.