14 Ahora estoy listo para visitarlos por tercera vez, pero no seré una carga para ustedes. No busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos, porque no son los hijos los que tienen que ahorrar para sus padres, sino los padres para sus hijos.
15 Me siento feliz de gastar todo lo que tengo, incluso a mí mismo, para ayudarlos. ¿Será que entre más los quiero, menos me quieren ustedes?
16 Es muy claro que no he sido una carga para ustedes. Sin embargo, creen que yo fui astuto y me aproveché de ustedes engañándolos.
17 ¿Acaso me aproveché de ustedes por medio de alguno de los que les envié? Ustedes bien saben que no es así.
18 Le pedí a Tito que los visitara, y junto con él envié al hermano que ustedes conocen. ¿Acaso Tito los engañó? Ustedes saben que él y yo seguimos el mismo camino y tenemos el mismo propósito.
19 ¿Creen que todo este tiempo nos hemos estado defendiendo? No es así. Estamos hablando ante Dios como seguidores de Cristo. Ustedes son nuestros hermanos y todo lo que hacemos es para ayudarlos.
20 Me temo que ya no sean los mismos que yo quiero que sean, y que tampoco sea yo el que ustedes quieren que sea. Temo que entre ustedes haya disputas, envidia, egoísmo, calumnias, intrigas, orgullo y desorden.