29 Uno de los becerros fue colocado en Betel, y el otro en Dan.
30 Y esto fue un gran pecado, porque el pueblo los adoró.
31 También construyó santuarios en las colinas, y puso como sacerdotes a gente que no era de la tribu de Leví.
32-33 Jeroboán también anunció que la festividad anual del día quince del mes octavo se celebraría en Betel, tal como se celebraba en Jerusalén. Él mismo ofreció sacrificios sobre el altar a los becerros en Betel y les quemó incienso. Y fue allí en Betel donde él nombró a los sacerdotes para los santuarios de las colinas.