4 »Tú dijiste: “Escucha, y yo hablaré. Déjame plantearte las preguntas. ¡A ver si eres capaz de responder!”
5 »Pero ahora yo digo. Había oído hablar de ti, pero ahora te he visto,
6 y me detesto, y me arrepiento en polvo y cenizas».
7 Luego que el SEÑOR terminó de hablar con Job, dijo a Elifaz de Temán: «Estoy airado contra ti y tus dos amigos, pues no tenían razón en lo que dijeron respecto a mí, como sí la tuvo Job.
8 Ahora tomen siete becerros y siete carneros; vayan a mi siervo Job y presenten una ofrenda quemada en expiación por ustedes; y mi siervo Job orará por ustedes, y yo aceptaré su oración en favor suyo, y no los destruiré como debería hacerlo por su pecado, porque no han hablado rectamente respecto a mi siervo Job».
9 De modo que Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat hicieron como el SEÑOR los mandó, y el SEÑOR, aceptó la oración de Job en favor de ellos.
10 Luego, cuando Job oró por sus amigos, el SEÑOR le restituyó sus riquezas y felicidad. ¡En verdad, el SEÑOR le dio el doble de lo que antes tenía!