4 «SEÑOR, ayúdame a comprender lo corto que será mi tiempo en la tierra. Ayúdame a comprender que mis días están contados y que mi vida se me escapa de las manos.
5 Muy breve es mi vida. Toda entera no es más que un momento para ti. ¡La existencia humana es como un soplo! ¡Simple sombra! Y sus múltiples afanes en nada paran. Amontona riqueza para que otro la derroche.
7 Entonces, SEÑOR, mi única esperanza está en ti.
8 »Líbrame de ser vencido por mis pecados, pues entonces aun los necios se burlarán de mí.
9 »SEÑOR, ante ti estoy mudo. No abriré mi boca para decir ni una queja, pues mi castigo procede de ti.
10 »SEÑOR, no me hieras más; agotado estoy bajo tu mano.
11 Cuando lo castigas por sus pecados, el ser humano queda destruido, pues es tan frágil como trapo roído de polilla; sí, la existencia humana es como un soplo.