31 Es como un grano de mostaza que se siembra en la tierra. Aunque es la más pequeña de las semillas que hay en el mundo,
32 cuando se siembra se convierte en la planta más grande del huerto, y en sus enormes ramas las aves del cielo hacen sus nidos».
33 Jesús usaba parábolas como éstas para enseñar a la gente, conforme a lo que podían entender.
34 Sin parábolas no les hablaba. En cambio, cuando estaba a solas con sus discípulos les explicaba todo.
35 Anochecía y Jesús les dijo a sus discípulos:—Vámonos al otro lado del lago.
36 Y, dejando a la multitud, salieron en la barca. Varias barcas los siguieron.
37 A medio camino se desató una terrible tempestad. El viento azotaba la barca con furia y las olas amenazaban con anegarla completamente.