8 Habían escogido nuevos dioses; Entonces la guerra estaba a las puertas. No se veía escudo ni lanza Entre 40,000 en Israel.
9 Mi corazón está con los jefes de Israel, Los voluntarios entre el pueblo. ¡Bendigan al Señor!
10 Ustedes que cabalgan en asnas blancas, Que se sientan en ricos tapices, Que viajan por el camino, canten.
11 Al sonido de los que dividen las manadas entre los abrevaderos, Allí repetirán los actos de justicia del Señor, Los actos de justicia para con Sus campesinos en Israel. Entonces el pueblo del Señor descendió a las puertas.
12 Despierta, despierta, Débora. Despierta, despierta, entona un cántico. Levántate, Barac, y lleva a tus cautivos, hijo de Abinoam.
13 Entonces los sobrevivientes descendieron sobre los nobles. El pueblo del Señor vino a mí como guerreros.
14 De Efraín descendieron los arraigados en Amalec, En pos de ti, Benjamín, con tus pueblos. De Maquir descendieron jefes, Y de Zabulón los que manejan vara de mando.