1 ¡Ay de la rebelde y contaminada, La ciudad opresora!
2 No escuchó la voz, Ni aceptó la corrección. No confió en el Señor, Ni se acercó a su Dios.
3 Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes, Sus jueces, lobos al anochecer; No dejan nada para la mañana.
4 Sus profetas son temerarios, hombres desleales. Sus sacerdotes han profanado el santuario, Han violado la ley.
5 El Señor es justo en medio de ella; No cometerá injusticia. Cada mañana saca a luz Su juicio, Nunca falta; Pero el injusto no conoce la vergüenza.