12 Al llegar a Siracusa, nos quedamos allí por tres días.
13 Saliendo de allí, seguimos la costa hasta llegar a Regio. Al día siguiente se levantó un viento del sur y en dos días llegamos a Puteoli.
14 Allí encontramos algunos hermanos, que nos invitaron a permanecer con ellos por siete días. Y así llegamos a Roma.
15 Al tener noticia de nuestra llegada, los hermanos vinieron desde allá a recibirnos hasta el Foro de Apio y Las Tres Tabernas; y cuando Pablo los vio, dio gracias a Dios y cobró ánimo.
16 Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.
17 Tres días después Pablo convocó a los principales de los Judíos, y cuando se reunieron, les dijo: "Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres (de los antepasados), desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los Romanos,
18 los cuales, cuando me interrogaron, quisieron ponerme en libertad, pues no encontraron causa para condenarme a muerte.