31 Entonces Jesús les dijo: «Vayamos solos a un lugar tranquilo para descansar un rato». Lo dijo porque había tanta gente que iba y venía que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer.
32 Así que salieron en la barca a un lugar tranquilo, donde pudieran estar a solas;
33 pero muchos los reconocieron y los vieron salir, y gente de muchos pueblos corrió a lo largo de la orilla y llegó antes que ellos.
34 Cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.
35 Al atardecer, los discípulos se le acercaron y le dijeron:—Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde.
36 Despide a las multitudes para que puedan ir a las granjas y aldeas cercanas a comprar algo de comer.
37 Jesús les dijo:—Denles ustedes de comer.—¿Con qué? —preguntaron—. ¡Tendríamos que trabajar durante meses para ganar suficiente a fin de comprar comida para toda esta gente!