11 Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!”
12 Al tercer día, en la fecha que el rey Roboán había indicado, Jeroboán regresó con todo el pueblo para presentarse ante él.
13 Pero el rey les respondió con brusquedad: rechazó el consejo que le habían dado los ancianos,
14 y siguió más bien el de los jóvenes. Les dijo: «Si mi padre les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!»
15 De modo que el rey no le hizo caso al pueblo. Las cosas tomaron este rumbo por voluntad del Señor, para que se cumpliera lo que ya él le había dicho a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ahías el silonita.
16 Cuando se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una:«¡Pueblo de Israel, todos a sus casas!¡Y tú, David, ocúpate de los tuyos!¿Qué parte tenemos con David?¿Qué herencia tenemos con el hijo de Isaí?»Así que se fueron, cada uno a su casa.
17 Sin embargo, Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá.