12 Expulsó del país a los que practicaban la prostitución sagrada y acabó con todos los ídolos que sus antepasados habían fabricado.
13 Hasta destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella se había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón.
14 Aunque no quitó los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al Señor.
15 Además, llevó al templo del Señor el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.
16 Durante los reinados de Asá y Basá, rey de Israel, hubo guerra entre ellos.
17 Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá.
18 Entonces Asá tomó todo el oro y la plata que habían quedado en los tesoros del templo del Señor y de su propio palacio, y les encargó a sus funcionarios que se los llevaran a Ben Adad, hijo de Tabrimón y nieto de Hezión, rey de Siria, que estaba gobernando en Damasco. Y le envió este mensaje: