21 El rey David, al enterarse de todo lo que había pasado, se enfureció.
22 Absalón, por su parte, no le dirigía la palabra a Amnón, pues lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.
23 Pasados dos años, Absalón convidó a todos los hijos del rey a un banquete en Baal Jazor, cerca de la frontera de Efraín, donde sus hombres estaban esquilando ovejas.
24 Además, se presentó ante el rey y le dijo:—Su Majestad, este siervo suyo tiene esquiladores trabajando. Le ruego venir con su corte.
25 —No, hijo mío —le respondió el rey—. No debemos ir todos, pues te seríamos una carga.Absalón insistió, pero el rey no quiso ir; sin embargo, le dio su bendición.
26 Entonces Absalón le dijo:—Ya que Su Majestad no viene, ¿por qué no permite que nos acompañe mi hermano Amnón?—¿Y para qué va a ir contigo? —le preguntó el rey.
27 Pero tanto insistió Absalón que el rey dejó que Amnón y sus otros hijos fueran con Absalón.