9 ni dudes en matarlo. Al contrario, sé tú el primero en alzar la mano para matarlo, y que haga lo mismo todo el pueblo.
10 Apedréalo hasta que muera, porque trató de apartarte del Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo.
11 Entonces todos en Israel oirán esto y temblarán de miedo, y nadie intentará otra vez cometer semejante maldad.
12 »Si de alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da para que las habites llega el rumor de
13 que han surgido hombres perversos que descarrían a la gente y le dicen: “Vayamos a rendir culto a otros dioses”, dioses que ustedes no han conocido,
14 entonces deberás inquirir e investigar todo con sumo cuidado. Si se comprueba que tal hecho abominable ha ocurrido en medio de ti,
15 no dudes en matar a filo de espada a todos los habitantes de esa ciudad. Destrúyelos junto con todo lo que haya en ella, incluyendo el ganado.