1 »Cuando dos hombres tengan un pleito, se presentarán ante el tribunal y los jueces decidirán el caso, absolviendo al inocente y condenando al culpable.
2 Si el culpable merece que lo azoten, el juez le ordenará tenderse en el suelo y hará que allí mismo le den el número de azotes que su crimen merezca.
3 Pero no se le darán más de cuarenta azotes; más de eso sería humillante para tu hermano.
4 »No le pongas bozal al buey mientras esté trillando.
5 »Si dos hermanos viven en el mismo hogar, y uno muere sin dejar hijos, su viuda no se casará fuera de la familia. El hermano del esposo la tomará y se casará con ella, para cumplir con su deber de cuñado.
6 El primer hijo que ella tenga llevará el nombre del hermano muerto, para que su nombre no desaparezca de Israel.