5 Toma una oveja escogida, y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; cuece también sus huesos dentro de ella.
6 Pues así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, de la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha sido quitada! Sácala trozo por trozo, sin echar suertes sobre ella.
7 Porque su sangre está en medio de ella; sobre una piedra lisa la puso; no la derramó sobre la tierra para que no fuese cubierta por el polvo.
8 Para hacer subir la ira, a fin de tomar venganza, yo he puesto su sangre sobre la piedra lisa, para que no sea cubierta.
9 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria! Pues también yo haré una gran hoguera;
10 aumenta la leña, enciende el fuego, termina de cocer la carne y mézclale las especias, y que se quemen los huesos.
11 Pon después la olla vacía sobre las brasas, para que se caldee, y se caliente su bronce, y se funda en ella su suciedad y se consuma su herrumbre.