27 Y él se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo y dijo:Mira, el olor de mi hijo escomo el olor del campo que Jehová ha bendecido.
28 Dios, pues, te dé del rocío del cielo, y de las grosuras de la tierra y abundancia de trigo y de mosto.
29 Sírvante pueblos, y naciones se inclinen ante ti; sé señor de tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.
30 Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de su padre Isaac, que Esaú, su hermano, regresó de cazar.
31 E hizo él también guisados, y trajo a su padre y le dijo: Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma.
32 Entonces Isaac, su padre, le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.
33 Y se estremeció Isaac con gran estremecimiento y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito.