4 Y caerán muertos en la tierra de los caldeos y alanceados en sus calles.
5 Porque Israel y Judá no han sido abandonados por su Dios, Jehová de los ejércitos, aunque su tierra estaba llena de pecado contra el Santo de Israel.
6 Huid de en medio de Babilonia, y salve cada uno su vida, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de la venganza de Jehová; le dará su pago.
7 Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron las naciones; se enloquecieron, por tanto, las naciones.
8 De repente cayó Babilonia y se despedazó; aullad sobre ella; llevad bálsamo para su dolor; quizá sane.
9 Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado; dejadla, y váyase cada uno a su tierra, porque ha llegado hasta el cielo su juicio y se ha alzado hasta las nubes.
10 Jehová sacó a luz nuestras justicias; venid y contemos en Sión la obra de Jehová nuestro Dios.