19 y he aquí que un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.
20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y se rapó la cabeza, y se postró en tierra y adoró,
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!
22 En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.