30 Pero Saúl se llenó de ira en contra de Jonatán, y le dijo:«¡Hijo de mala madre! ¿Tú crees que no sé que ustedes son muy amigos? Esta amistad tuya con el hijo de Yesé es bochornosa. ¡Es una vergüenza para ti y para tu madre!
31 Pero toma en cuenta que, mientras el hijo de Yesé tenga vida, ni tú ni tu reino estarán seguros. ¡Manda que lo traigan a mi presencia, porque tiene que morir!»
32 Pero Jonatán le respondió a su padre:«¿Y por qué tiene que morir? ¿Qué mal ha cometido?»
33 Por respuesta, Saúl le arrojó una lanza con la intención de herirlo. Con esto, Jonatán se dio cuenta de que su padre había decidido matar a David.
34 Entonces Jonatán se levantó furioso de la mesa, y no comió ese segundo día de fiesta, pues le dolió que su padre lo hubiera puesto en ridículo, y que quisiera matar a David.
35 Al día siguiente por la mañana, a la hora convenida con David, Jonatán salió al campo acompañado de un criado,
36 y le dijo:«Cuando yo arroje estas flechas, corre y ve por ellas.»Y mientras más corría el criado, más lejos de él lanzaba Jonatán las flechas.