20 Reuel preguntó a sus hijas:«¿Y dónde está ese hombre? ¿Por qué lo dejaron solo? ¡Llámenlo, para que venga a comer!»
21 Moisés aceptó quedarse a vivir con ese hombre, y él le dio por esposa a su hija Séfora.
22 Ella le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Guersón, porque dijo: «Soy un extraño, en una tierra extraña.»
23 Después de mucho tiempo murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel gemían por causa de su esclavitud, y clamaron a Dios. Por causa de su esclavitud, su clamor llegó hasta Dios,
24 y cuando Dios oyó sus gemidos, se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob.
25 Entonces Dios miró a los hijos de Israel, y los reconoció.