7 «De aquí en adelante no le darán al pueblo paja para hacer ladrillo, como lo han hecho hasta ahora. ¡Que vayan ellos mismos a recoger la paja!
8 Pero los obligarán a hacer la misma cantidad de ladrillo que antes hacían. No les reduzcan ni un solo ladrillo. Lo que pasa es que están ociosos, y por eso levantan la voz y dicen: “Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios.”
9 Háganlos trabajar más todavía. Que se mantengan ocupados y no hagan caso de mentiras.»
10 Los jefes de cuadrilla y sus capataces fueron a hablar con el pueblo, y les dijeron:«Así ha dicho el faraón: “Ya no les voy a dar paja.”
11 Así que vayan ustedes mismos a recoger paja donde la encuentren, pero su tarea no se reducirá en nada.»
12 Entonces el pueblo se esparció por todo Egipto, y en lugar de paja iban recogiendo rastrojo.
13 Los cuadrilleros los apremiaban, y les decían:«Cumplan con su tarea. Hagan los mismos ladrillos que hacían cuando se les daba paja.»