1 ¡Ay de Ariel, Ariel! ¡Ay de la ciudad donde habitó David! Añadan un año a otro, y que las fiestas sigan su curso;
2 pero yo pondré a Ariel bajo asedio, y quedará desconsolada y triste; será para mí como Ariel.
3 Porque yo acamparé contra ti y te sitiaré; te rodearé con campamentos, y levantaré baluartes para atacarte.
4 Entonces serás humillada. Hablarás, y tus palabras brotarán desde el polvo de la tierra; tu voz, desde allí, resonará como la de un fantasma; tus palabras serán un susurro desde el polvo.
5 La multitud de tus enemigos parecerá un polvo menudo; la multitud de los fuertes se parecerá al tamo que pasa; y todo esto sucederá en un momento, de repente.
6 El Señor de los ejércitos te visitará con truenos y terremotos, con el estruendo de un torbellino y de una tempestad; con la llama de un fuego consumidor.
7 La multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel será como el sueño de una visión nocturna; así serán todos los que pelean contra ella y contra su fortaleza, y los que la ponen bajo asedio.