3 Una voz clama en el desierto:«Preparen el camino del Señor;enderecen en el páramouna calzada a nuestro Dios.
4 Que todo valle sea enaltecido;que se hunda todo monte y collado;que se enderece lo torcidoy que lo áspero se allane.
5 Se manifestará la gloria del Señor,y la humanidad entera la verá.La boca del Señor ha hablado.»
6 Una voz decía: «¡Grita!»Y yo respondí: «¿Y qué debo de gritar?»«Grita que toda carne es como la hierba,y que su belleza es como la flor del campo.
7 La hierba se seca, y la flor se marchita,porque el viento del Señor sopla sobre ella.Y a decir verdad, el pueblo es como la hierba.
8 Sí, la hierba se seca, y la flor se marchita,pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.»
9 ¡Súbete a un monte alto, mensajera de Sión! ¡Levanta con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén! ¡Levántala sin miedo y di a las ciudades de Judá: «Vean aquí a su Dios»!