23 Pero ellos no me hicieron caso. No inclinaron su oído. Al contrario, se encapricharon y no quisieron oír ni recibir ninguna corrección.
24 ”Sin embargo, si ustedes me obedecen, y en el día de reposo no meten ninguna carga por las puertas de esta ciudad, sino que el día de reposo lo santifican y no hacen ningún trabajo en él,—Palabra del Señor—
25 ”los reyes y los príncipes que ocupan el trono de David entrarán por las puertas de esta ciudad en carros y en caballos, lo mismo que sus príncipes, los varones de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y esta ciudad será habitada para siempre.
26 Muchos vendrán de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén, así como de la tierra de Benjamín y de la Sefela, de los montes y del Néguev, y traerán a la casa del Señor holocaustos, sacrificios, ofrendas, incienso y sacrificios de alabanza.
27 Pero si no me obedecen ni santifican el día de reposo, y siguen trayendo y metiendo cargas por las puertas de Jerusalén en día de reposo, yo les pondré fuego a sus puertas, y ese fuego no se apagará, sino que consumirá los palacios de Jerusalén.”»