6 Todo quedó para siempre en su lugar;el Señor dio una orden que no se debe alterar.
7 Que alaben al Señor, desde la tierra,los monstruos marinos y el mar profundo;
8 el fuego y el granizo, la nieve y el rocío,y el viento tempestuoso que ejecuta su palabra;
9 los montes y las colinas,los árboles frutales y los cedros,
10 los animales salvajes y los domésticos,los reptiles y los pájaros,
11 los reyes de la tierra y todos los pueblos,todos los jefes y gobernantes de la tierra,
12 los jóvenes y las doncellas,los ancianos y los niños.