1 En realidad, nada gano con vanagloriarme. Sin embargo, ahora voy a hablar de las visiones y de las revelaciones del Señor.
2 Sé de un hombre en Cristo, que hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo (sólo Dios sabe si esto ocurrió físicamente o no),
3 y sé que ese hombre (sólo Dios sabe si esto ocurrió físicamente o no),
4 fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que a ningún hombre se le permite pronunciar.