9 pero él me dijo: «¡No lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas, y de los que obedecen las palabras de este libro. ¡Tú, adora a Dios!»
10 Y me dijo también: «No selles las palabras proféticas de este libro, porque el tiempo está cerca.
11 Deja que quien sea injusto, siga siendo injusto; que quien sea impuro, siga siendo impuro; que quien sea justo, siga practicando la justicia; y que quien sea santo, siga santificándose.»
12 «¡Miren! ¡Ya pronto vengo! Y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno conforme a sus acciones.
13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.»
14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad.
15 Pero afuera se quedarán los pervertidos, los hechiceros, los que han caído en la inmoralidad sexual, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y practica la mentira.